domingo, 30 de junio de 2013

Una marina para Alfonsina

Las voces pocas veces pintan paisajes, y no es casualidad que la voz de América nos haya regalado una marina, un fresco en tonos azules que cuenta la historia de Alfonsina.
La historia que hoy cuento es sobre la Alfonsina que pintó una mujer que deleitaba mi intelecto, una cantante que solía ser abogada. Su voz resonó, vibró, nos enamoró, y dejó al auditorio sumido en una melancolía; impávido, me tomó por sorpresa al sentarse a mi lado cuando terminó de recitar su pieza. Le dije al oido: "soy su admirador"... a lo que respondió "ya lo eras".

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