martes, 9 de septiembre de 2008

Entre líneas y sueños

Terminé de pasar mis apuntes de Teoría del Estado, cansado boté los lentes y me dispuse a dormir. Fue muy fácil conciliar el sueño. Mis sueños fueron perturbados en un par de ocaciones, por alguna razón en ellos a mitad de un encuentro sexual con dos hermosas mujeres (de manera simultanea, claro) surgía de la espesa bruma mi maestro de Civil con gabardina negra sacando un gran rifle (en el sentido bélico y armístico de la palabra), dispuesto a hacer uso de ella si erraba al plantear con toda fidelidad la teoría del Acto Jurídico de Bonecase. Me escondí detrás de una gran roca, una bala pasó no lejos de mi, intenté regresar el ataque, pero todavía estaba desnudo. A unos pocos metros estaba un sable totalmente dispuesto que en un salto heróico tomé. A mi maestro de Civil se le terminó el parque, por lo que agarró el otro sable que saboreó, se acercó a una de las chicas y le hizó una profunda herida entre sus pechos que dejó una estela de sangre escarlata, la otra se acercó, (pues presumo que era su amante), pero Guitrón con su sable le atravesó el corazón. Con el arma derramando sangre se puso en guardia...

El viento del mar arrastró el lindo cabello del ángel que tenía ante mis ojos, era imposible saber si era una estatua, pero era real poque volteó hacia mí y me habló con un tono hermoso. No puedo decir con exactitud sus palabras y aunque entre ellas dijo "muerte" y "odio" sonaron como una melodía ajena a mi. Llegó volando y cuando se posó en la cubierta del barco sus alas desaparecieron. Bajó silencioso a los camerotes y lo esperé como congelado, pasaron varios minutos; poco a poco se escucharon sus pisadas y con los ojos estáticos caminó sin darse cuenta que caía al mar. Yo vuelto loco salté tras él...

El agua era cálida, rosaba mi cuerpo, pero mis ojos se negaban a abrirse, poco a poco me di cuenta que ya no estaba soñando, la conciencia física de mi cuerpo regresó, había que ir a la escuela, todo iba "normal" hasta que una voz me dijo: "¡Apenas son las doce de la noche! Te quedan cinco horas de sueño." Douh!

1 comentario:

RAÚL dijo...

Lo prometido es deuda, aquì està mi comentario.
Jajajajaja... Me encanta saber que te sigo conociendo tan bien como para saber de lo que escribes.
Como siempre, me encanta, es mejor la segunda parte, eso del àngel, hay miterio y amor, cosas que nunca se llegan a conocer.
Me gusta.
Cuida tu ortografìa.
Espero visites mi blog y comentes algo.
Un abrazo: